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domingo, 16 de octubre de 2011

Una historia más.

Una noche de invierno,cuando las lluvias y los truenos no cesaban,una estrella fugaz cruzó el cielo dejándose ver entre las espesas nubes que cubrían la ciudad.
Un niño despierto a media noche se asomaba por la ventana de su dormitorio.Era un niño cual la imagen que tenía de sí mismo era despreciante e infravalorada. Caminó hacia el espejo y se detuvo ante él. Permaneció inquieto durante horas,pensativo,confuso,con ganas de descubrir el porqué se veía de aquella manera.
Se veía inferior a los demás,apartado de la multitud y marginado por sí mismo. Pensaba que era la persona más desgraciada de este mundo,que Dios le había maldecido con la vida y que no merecía la pena vivir.
Tras quedarse paralizado,sin saber qué hacer ni qué pensar, caminó hacia el frigorífico,cogió una botella de agua que se encontraba en su interior y caminó con paso lento de regreso a su habitación. Se dirigió hacia la cama, se sentó frente a la ventana y mirando al horizonte,sin fijar su mirada en un determinado punto,empezó a pensar.
Pensó en el por qué de su existencia,en por qué había personas felices y otras tristes,... Después de intensas horas de reflexión,una idea clara iluminó su mente,desapareciendo así todas sus dudas. Se bajó de la cama de un repentino y decidido salto,se dirigió ante el espejo de nuevo,y vio en sus ojos una fuerza y entusiasmo que nunca en él había encontrado. Entonces,cuando quiso darse cuenta,ya había amanecido, y un nuevo día había comenzado.
Salió de casa,todo estaba nevado,una capa blanca cubría la ciudad. Caminó por la calle,buscando personas a las que ayudar. Tenía un propósito en mente e iba a dedicar su vida a cumplir dicho propósito hasta llegar al punto de morir por los demás.
De repente,una chica apareció al fondo de la calle. Tenía un precioso cabello rubio y rizado. Una larga y brillante melena hacía resaltar sus preciosos ojos verdes. Su cuerpo era impresionante,sus curvas enloquecerían a cualquier ser viviente que pasara por su lado. Su perfecta y blanca sonrisa resaltaba entre su rostro y su piel morena la hacía más atractiva todavía.
No pudo evitar fijar su mirada en ella,mas quiso dejar de mirarla pero perdió el control de su cuerpo. Estaba hipnotizado. Sus movimientos eran perfectos y los veía a cámara lenta. No creía en la perfección,pero estaba empezando a ver la perfección en una persona imperfecta.
Empezó a seguirla,a observarla con sumo detalle,a contemplar cada movimiento,...
Pasaban los días y él seguía mirándola sin saber por qué. Sus ojos brillaban como niño en plana infancia el día de Navidad.
era una noche fría,ella se encontraba en el parque situado debajo de su edificio. Él la observaba como científico a sus muestras,como madre a su cachorro,poniendo así,toda su atención en ella.
De repente su móvil suena,ella lo coge sorprendida por la llamada y comienza una conversación que pareció ser interminable.
Los ojos del chico pusieron su rumbo en sus delicados y dulces labios. Imaginaba besar los bajo las estrellas,descifrar cada secreto que en ellos hubiera y sellar sus labios mediante un beso eterno.
La conversación acaba y ella emprende de nuevo su camino a casa. Él permanece unos minutos más mirando a la ventana, cuando da un repentino bote sobre sí y se tumba en la cama,con la mirada clavada en el techo,confuso por lo que su corazón siente.
-¿Qué me pasa?- Se pregunta. Mas no encuentra respuesta alguna.
Un nuevo sentimiento invade su cuerpo y una confusión abarca su mente.Una nueva y extraña sensación recorría su cuerpo dejando un rastro de duda a su paso.
Por más que pensaba,no encontraba una respuesta concreta,siempre había en ellas un enigma sin resolver.
Tras horas de intensa reflexión,se percató de un sentimiento que nunca había tenido en cuenta,un sentimiento que creía imposible y fantasioso,pero que por desgracia,entraba en aquel amplio abanico de posibilidades.
Analizó con sumo detalle y pudo deducir que de dicho sentimiento se trataba.
El amor,un sentimiento en el que podrás alcanzar el séptimo cielo y cual te podrá hacer tocar fondo.
En cuanto al amor,todo parece de color de rosa,todo es perfecto,tan perfecto que a veces te ciega hasta tal punto de evadirte de la realidad.
Se decidió por ese sentimiento porque,como se dijo con anterioridad,empezó a ver la perfección en una persona imperfecta.
A la mañana siguiente,mientras emprendía su habitual camino a la escuela,se preguntaba por qué no era capaz de explicar lo que sentía. El transcurso de la mañana avanzaba y su duda seguía permanente en su cabeza.
Desde su sitio en clase,observaba como los copos de nieve descendían lentamente hasta depositarse en el suelo,volviendo a cubrir la ciudad con una fría y espesa manta,como cada día de un invierno frío.
Niños pequeños que jugaban bajo la nieve,infinidades de muñecos de nieves,de todas clases,adornaban la ciudad.
Sentía envidia de no poder salir,mas el saber que a la noche siguiente la vería le llenaba de vitalidad.
La escuela terminó,pero esta vez decidió dejar el rutinario regreso en autobús y decidió caminar y estirar las piernas.
Todo le recordaba a ella,en cada pájaro hermoso que pasaba,en cada cosa que miraba,encontraba su belleza reflejada. No podía parar de pensar en otra cosa que no fuera ella.
Llegó a casa,subió las escaleras y se dirigió con paso firme y decidido hacia su habitación,en la que depositó la maleta y,acto seguido,se dirigió hacia la ventana,en la que permaneció quieto toda la tarde.
¿Pero este chaval no come? Se preguntarán ustedes...
Pues no,estaba tan intrigado y a su vez tan fascinado,que olvidó comer.
La tarde avanzaba,las horas pasaban y cuando pensaba que estaba perdiendo el tiempo,vio sus cabellos rubios asomar por una pequeña ventana al fondo de la calle,justo al lado de la Iglesia.
El sonar de las campanas le daba un toque angelical que la hacía más adorable todavía.
Salió al descampado que había al lado de su casa,donde era observada por unos ojos que la contemplaban sin descanso.
Se disponía a hacer un muñeco de nieve cuando un chico moreno,de perfecto peinado y excelente físico,rozaba sus labios con un dulce beso.
Todo se congela,se vuelve todo gris y la imagen se desquebraja en cuestión de segundos.
No sabía cómo ni por qué,pero aquella preciosidad había logrado enamorarle y destrozarle el corazón en un abrir y cerrar de ojos.
Pensaba que el amor era todo de color de rosa,pero lo que le sucedió en aquel momento,le hizo darse cuenta de que quien ama,sufre por ello.
Una lágrima resbalaba por su mejilla tras presenciar aquel doloroso suceso. Algo había cambiado en él. Se sentía vacío,sin ganas de sonreír,de salir,de relacionarse con los demás... En otras palabras,se le quitaron las ganas de vivir.
Se retiró lentamente de la ventana,se sentó en la cama,se encogió agarrándose las rodillas con las manos y comenzó a llorar.
Continuó llorando durante horas. Su cara empapada y fría perduraba en la noche,pero esta vez no se asomó a la ventana,no podía ver aquellos ojos que un día le enamoraron .

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