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domingo, 30 de diciembre de 2012

Otra dimensión.

Y mientras tanto,en un mundo paralelo,mientras sonríes por no preocupar a los que te rodean,paras un segundo y piensas..

 ¿Merece al pena seguir?

Y entonces analizas... Cada mañana suena el despertador,el tormentoso ruido desagradable que me despierta cada mañana y el cual sale de aquel aparato a pilas que no cesa con su "tic tac". No tiene compasión de nada ni nadie,sea la hora que sea,ahí sigue,sin perder su ritmo ni compás,marcando los segundos como si su vida dependiera de ello,como si fuese su única utilidad; y así es.
Las horas pasan en la fría noche y los minutos se hacen eternos. Miro al techo en busca de alguna idea,aunque sea pequeña, para poder entretenerme. No la encuentro,pues doy vueltas en la cama intentado buscar alguna confortable postura que me lleve al ansiado sueño que tanto espero alcanzar. Pruebo una postura,luego otra,hacia un lado,hacia el otro,inclusive del revés; y nada. Así pues,vuelvo a la postura inicial.
El tiempo pasa y yo sigo mirando el techo,dejando mi cabeza volar entre mil pensamientos que rondan en ella. Pensamientos de todo tipo,todas clases y colores. Las adversidades más inesperadas,frías,sangrientas,tristes y negras habitan dando tumbos por mi pobre cabeza. Y entonces cierro lo ojos. Decido dejarme llevar por lo que mis pensamientos dicen,escucharles y entonces les dejo hablar. Encuentro ahí el dolor tan frío que siento. Tengo sólo quince años y mi cabeza ya piensa en que el suicidio es la mejor opción. Pese a eso,sigo escuchando voces que me dicen que no tengo el físico que debería,que tengo que tener un cuerpo diez o estaré fuera del círculo social al que todos aspiran. Debo ser perfecta,sin cicatrices,sin manchas,preciosa. Y,¿saben?, No soy así y por ello todo el mundo me critica,suelta comentarios fuera de lugar que se clavan como puñales en mi cabeza y se repiten una y otra vez sin cesar. No puedo vivir así,me llevan a una locura extrema,tal de estar aquí,mirando al techo y escuchando a mi cabeza,escuchando pensamientos y que ni sé a ciencia cierta si son reales o no.
¿Qué debo hacer? No lo sé.
Lo único que sé es que las horas pasan y sigo en la misma postura,con el mismo tormento y con el dichoso ruidito infernal que sale de aquel aparato del demonio.

1 comentario:

  1. Me ha gustado mucho el texto, pásate si quieres. Kisses http://www.itsourhappyending.blogspot.com.es/

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